El primer asentamiento
estable de los griegos en Occidente lo establecieron los eubeos en Pitecusa,
colonia en la que nos centraremos en esta entrada. Este fenómeno colonizador
griego que tuvo lugar durante los s.VIII a.C. – s.VI a.C., el cual supuso la
aparición de un nuevo entramado urbano a lo largo del Mediterráneo Occidental,
a través de la fundación de nuevas colonias de origen griego (Cerchiai et al. 2002: 11 – 12 – 22).
El término que los
griegos usaban para designar una colonia era apoikia, que expresaba la idea de trasladarse a buscar un nuevo oikos (hogar) en un lugar diferente al
originario. A. Domínguez Monedero (2001: 97) afirma que es importantísimo
entender este concepto desde la perspectiva de los propios griegos, ya que el
término que nosotros utilizamos para hacer referencia a este proceso, como son “colonización”
y “colonia” en nuestra lengua tienen unas connotaciones determinadas que distan
mucho de las que caracterizan a este fenómeno (Domínguez Monedero 2001: 97 - 98).
Las apoikia nacían como nuevas ciudades, las cuales tenían autonomía
política y sus propios ciudadanos. La polis de la que emigraban era la metrópolis,
de la que se pretende reproducir las formas de vida. Estos nuevos
establecimientos eran totalmente independientes de la polis original, con la
que, por supuesto, mantenían relaciones estrechas, pero siempre respetando la
autonomía de cada una (Boardman 1975: 172; Cerchiai et al. 2002: 12 -13).
La cuestión de porque los colonos griegos se asientan en
un lugar y no otro, es algo que todavía no está resuelto, pero se entiende que
estos nuevos pobladores buscaban lugares que fueran estratégicos, fáciles de
defender, áreas donde desarrollar y controlar rutas comerciales, así como
territorios con buenos terrenos para cultivar y así poder mantener a la
comunidad (Boardman 1975: 171 - 172).
Las causas que
propiciaron estos movimientos de población son variadas y cambian dependiendo
de la región de la que emigran. Por un lado, están los conflictos con miembros
internos de la misma comunidad, los cuales generan desequilibrios sociales.
Esto hace que la metrópolis, para evitar una crisis mayor, proporcione la salida
de una parte de la población, que por algún motivo no era admitida, o por ser
tiranos, como sucedió en la colonia de Tarento (para conocer más aspectos de
esta colonia consultar las entradas anteriores) (Domínguez Monedero 2001: 103 –
104).
También, tenemos que
destacar el problema agrario. La base fundamental de esta problemática es la
falta de tierras para ofrecer trabajo y alimento a una población que había
crecido exponencialmente. La única solución consistía en trasladarse a otro
lugar que tuviera buenas tierras de cultivo, las cuales pudieran cubrir las
necesidades y ofreciera recursos suficientes para la comunidad (Hidalgo de la
Vega et al. 2008: 103).
La última razón de estos
traslados son los intereses comerciales, como es el caso de las ciudades eubeas,
las cuales ya se habían establecido en los mercados y zonas del Oriente
Próximo. De esta manera, a principios del s.VIII a.C. decidieron trasladarse
hacia el Mediterráneo Occidental, donde fundaron la apoikia
de Pitecusa. Las causas que propiciaron el asentamiento en esta zona fue su
posición, que permitía establecer relaciones comerciales con otras áreas, como
Etruria. En sus primeros años Pitecusa desempeñó la función de puerto franco (Boardman
1975: 171 -172; Ridgway 1997: 145 – 146).
![]() |
Eubea y el Mediterráneo (Ridgway, D., El alba de la Magma Grecia, pág: 27) |
![]() |
Ejemplos de Skýphoi (Ridgway, D., El alba de la Magma Grecia, pág: 163) |
Los conocimientos que se
tienen de este primer periodo euboico en Pitecusa son bastante limitados. Las
fuentes clásicas solo hacen breves y vagas referencias sobre Pitecusa, hecho
que no permite conocer por ejemplo el okistes
que dirigió la expedición y la posterior fundación, ni la metrópolis de esta
colonia aunque David Ridgway (1997:31) piensa que podría ser Lefkandi, hipótesis
que se deberá confirmar en futuras investigaciones. A través de Estrabón (V, 5.9) conocemos que
los colonos que se establecieron en la nueva apoikia procedían de Eretria y Calcis, dos de las principales
regiones de Eubea (Tesalia) (Cerchiai et
al. 2002: 36; Ridgway 1997: 31- 48).
Tampoco, está claro el
momento preciso en que comenzó la presencia eubea en dicha colonia, aunque a
través de las fuentes se conoce que estos colonos llegaron en un momento
anterior a la mitad del s.VIII a.C., pero gracias a los hallazgos de restos
cerámicos se ha podido establecer la fecha de fundación alrededor del 770 a.C.
Los estudios arqueológicos en las áreas de la necrópolis del valle de San
Montano; el vertedero de la Acrópolis (Scario Gossetti); y el barrio
metalúrgico de la zona de Mazzola, se ha podido observar que Pitecusa alcanzó
una gran importancia alrededor del 750 – 725 a.C. momento en que estos espacios
estaban en pleno funcionamiento (Ridgway 1997: 59 – 145 -146).
Seguidamente, cuando los
colonos se establecieron en el nuevo territorio lo llamaron Pithekoûsai. Alrededor del origen del
topónimo de esta colonia hay diversas hipótesis. El autor clásico
Xenágoras afirmaba que el nombre de
Pitecusa derivaba de píthekos , que
en griego significa mono, de esta manera relacionaba esta etimología con la presencia
legendaria en Ischia de los Cercopes (son dos hermanos hijos de Océano y Tía
que eran unos bandidos, tramposos y mentirosos, a los cuales Zeus por sus
fechorías los transformó en monos). La visión de Plinio es un tanto distinta y
la más seguida por los arqueólogos, el cual propone que el nombre de Pitecusa
procede de las fábricas de ánforas o tinajas, que en griego se llama pithoi. La tercera posibilidad y la que parece más plausible es la
que afirma que Pitecusa sea la forma helenizada de un topónimo indígena, hecho
muy habitual en zonas de puerto e islas, donde los marineros y mercaderes
adaptaban los nombres de los lugares a los que iban a su lenguaje (Ridgway
1997: 54 – 55).
![]() |
Pitecusa y las zonas excavadas(Ridgway, D., El alba de la Magma Grecia, pág: 56) |
Finalmente, Estrabón (V,
5.9) en sus textos cita que en la ciudad de Pitecusa suceden grandes erupciones
volcánicas y terremotos que fueron los hechos desencadenantes del abandono del
territorio por parte de los eubeos en el 700 a.C. En la actualidad, se conoce
que los hechos definidos en las fuentes son compatibles con la estructura
geomorfológica de Ischia, aunque en la antigüedad estos fenómenos naturales se
vincularon con el mito del gigante Tifoeo, el cual según la leyenda se
encontraba aprisionado debajo de la
isla, y con el objetivo de liberarse de sus cadenas se movía, como resultado de dichos
movimientos tenían lugar estos desastres naturales (Boardman 1975: 176; Ridgway
1997: 47 – 59).
Bibliografía
Boardman, J. (1975) Los griegos en ultramar: comercio y
expansión colonial antes de la era clásica, Madrid.
Cerchiai, L.; Jannelli, L.; Longo, F. (2002) The Greek Cities of Magna Graecia and
Sicily, Los Ángeles.
Domínguez Monedero, J.A.
(2001) La Polis y la expansión colonial
griega (siglos VIII-VI), Madrid.
Hidalgo de la Vega, M.J.;
Roldán, J.M.; Sayas, J. (2008) Historia
de la Grecia Antigua, Salamánca.
Ridgway, D. (1997) El alba de la Magna Grecia, Barcelona.
Cristina Rubio Vicens
Enhorabuena por tu entrada, Cristina, me ha parecido muy interesante.
ResponderEliminarMe ha llamado poderosamente la atención que los eubeos fundaran esta colonia alrededor del 770 a.C. y la abandonasen en torno al 700 a.C. Quisiera preguntarte, si no es molestia, si se sabe cómo pudo alcanzar esta colonia tanta importancia en un periodo de tiempo tan corto.
Muchas gracias de antemano. Un saludo.
María Martín