domingo, 23 de octubre de 2016

Los Espartanos afortunados. Comercio, riqueza y relaciones con la metrópolis: Las bases del esplendor tarentino

La fortuna de Tarento probablemente nació con la misma fundación de la ciudad, en un puerto natural con una buena situación estratégica y con unas tierras muy fértiles y ricas (para más detalles sobre la fundación leer el artículo de C. Rubio este mismo blog).

Mapa urbano reconstructivo de Tarento y su puerto en etapa clásica (GRECO, 1985 p.350
Sin embargo la información de su riqueza y lujos de Tarento proviene de autores de siglos posteriores a la que se supone que fue su etapa de auge. Por lo que para poder interpretar de forma precisa la importancia y hegemonía que esta colonia alcanzó no solo tendremos que acudir a las fuentes sino también a los pocos y difuminados datos arqueológicos publicados hasta ahora (como ya critica M. Ruiz Vega en otro artículo de este blog).

T.J. Dundabin (Dundabin, 1968: 90) cree que Tarento pasó bastante desapercibida desde su fundación hasta casi finales del s.VI a.C. Las relaciones con los pueblos locales como Iapigeos y Mesapios fueron siempre bastante conflictivas y complicadas, por lo que la puerta de expansión hacia tierra adentro estuvo cerrada hasta el desarrollo pleno de la colonia. En esa situación Tarento acabó desarrollándose aprovechándose de su situación estratégica y de su puerto.
En sus inicios dispuso de un comercio a corto alcance probablemente con colonias aqueas próximas, de las cuales acabaría copiando el modelo de moneda. Parece que tuvo un papel pasivo inicialmente en las redes comerciales entre la Magna Grecia y la Grecia continental, siendo primero los corintios y posteriormente a finales del s.VI a.C. los atenienses los principales exportadores del mercado Tarantino. Se conservan numerosos restos de cerámicas corintias y tardo-corintias entre otros productos corintios desde el s.VIII al VI a.C. época en la cual Corinto mantuvo casi un monopolio comercial en la zona tan solo enfrentado al de Eubea. También hubo contactos comerciales con islas más orientales como Rodas, Samos y Quíos.

La relación con Lacedemonia se mantuvo estrecha por largo tiempo, esto se observa claramente al ser Tarento donde se concentran la gran mayoría de restos laconios en Occidente. Es más, muy probablemente la mayoría de piezas laconias halladas en Sicilia y Etruria probablemente pasaron por manos tarentinas. Entre estas piezas de exportación lacónica-tarentina destacarían pequeños aryballoi, crateras negras, lakanai sin decoración, finas jarras y boles.

Cratera laconia s.VII a.C. hallada en Sicilia 
(fuente: http://www.ilgiornaledellarte.com/mobile/articoli/2010/11/105312.html)
Cerámicas corintias s. VI a.C encontradas en Tarento
 (fuente: http://www.wikiwand.com/it/Museo_archeologico_nazionale_di_Taranto)

Sin embargo Tarento no creció a costa de la importación, a partir de la segunda mitad del s. VI a.C. empezó a destacar como un importante agente comercial en las redes comerciales mediterráneas. Las crónicas históricas señalan (y más adelante la arqueología ha comprobado buena parte de ello) que la colonia fue un importante mercado de producciones locales de alto valor comercial muy apreciadas a lo largo del Mediterráneo. Una de ellas en especial es la terracota, heredera de la cultura lacedemonia, encontrando desde estatuillas, figurillas, moldes de pasteles y antefijas (principalmente exportadas a Sicilia) hasta bellas estatuas de divinidades encontradas en Tarento.



 
Piezas de terracota producidas en Tarento, en orden de aparición: Figurilla de terracota, busto de mujer no identificado y un antefijo. (fuente: http://www.museotaranto.it/attivita/)

La lana tarentina también tenía un gran valor y probablemente llegaría tan lejos en los mercados como la de Siracusa (que alcanzaba a los mercados de Alejandría), una actividad que incluso se recoge en inscripciones de la época; pero sin duda alguna los tejidos púrpura producidos con murex, obtenido cerca del puerto, eran los que más valor y demanda tenían en los mercados griegos. Asimismo se producía vino, aceite y trigo, además de complementar sus actividades económicas con la pesca.  Los pueblos de alrededor producían una cerámica corintia muy fina de gran calidad, mientras que Tarento destacaba por el gran dominio artesanal del bronce (técnica también de herencia lacedemonia) y oro, produciendo todo tipo de ricos y lujosos ornamentos (como las del “Oro di Taranto”, una gran colección de ornamentos de oro producidos en Tarento) o estatuas de divinidades.




















A la izquierda piezas ornamentales de "l'oro di Taranto" y a la derecha el Zeus de Ugento, estatua de bronce producida en el s. VI a.C. en Tarento (fuente: http://www.museotaranto.it/attivita/)

A pesar de la alta e importante actividad artesanal/comercial la pesca tenía un profundo peso tanto en la economía como en la política local. El mismo Aristóteles resalta la importancia de la clase pescadora en Tarento y Bizancio [Aristot. Pol. IV 1291b] al hablar de las clases políticas que más dominan y controlan la política de las ciudades. Para F. Trotta este hecho denotaría que Tarento debía de ser una de las ciudades pesqueras más importantes del mundo griego. Aunque se desconoce el rol político que estos llegaron a alcanzar en la política debió de ser importante, ya que Aristóteles la pone al mismo nivel que la de los marineros en Atenas.

Otro elemento que demostraría el peso de Tarento dentro de las redes comerciales de la Magna Grecia es su moneda, la cual junto Sibaris y Metaponto es la mayor y de más valor de la zona, con 5,8 gr de plata. Estas colonias destacarían por ser los principales enclaves comerciales de la zona y con más riqueza y variedad de mercancías, por lo tanto con la necesidad de tener una moneda de calidad y potente.
Moneda tarentina, 281-270 a.C.
(Fuente: http://www.lamoneta.it/topic/93226-le-monete-ci-raccontano-la-storia-vlasto-701/)
Tarento no tendrá necesidad de importar piedra para construcciones disponiendo de algunas canteras cercanas, sin embargo si necesitará importar el mármol, concretamente desde Jonia, para la producción local de kores tardo-arcaicos, algo que demuestra el alto nivel de la artesanía local con influencia laconia. La más conocida es la diosa sentada producida hacia el 480-470 a.C. justamente en su periodo de expansión y dedicatorias victoriosas con trípodes de bronce en Delfos.

Diosa sentada, kore tardo-arcaico tarentinio producido entre 480-470 a.C. (Fuente: http://www.museotaranto.it/attivita/)
La derrota frente a los Iapigeos en el 466 a.C. y consecuente crisis política interna llevó a una instauración de una democracia. Este hecho no perjudicó en absoluto las relaciones con la metrópolis, Esparta, a la que apoyaría abiertamente durante las Guerras del Peloponeso llegando a enviar barcos y tropas.

Tarento alcanzará su cénit político, económico y militar en la primera mitad del s. IV a.C. como potencia hegemónica en la Magna Grecia y uno de los grandes enclaves comerciales del Mediterráneo. Esto provocará grandes recelos formándose alianzas entre potencias para presionar a Tarento (como la Etrusco-Cartaginesa en el 367 a.C.) o ligas itálicas.

La estrecha relación entre Esparta y Tarento se perpetuará largo tiempo, fundamentalmente de forma diplomática. Hasta el punto de enviar en el 342 a.C. un ejército espartano comandado por uno de los dos reyes, Arquídamo III, el cual morirá en una de las batallas donde el ejército tarentino-espartano fue derrotado por una coalición itálica.

A partir de entonces Tarento fue decayendo militarmente hasta el punto que, como resalta F. Trotta, la política tarentina se debilitó dependiendo de generales y ejércitos extranjeros para salir adelante en sus conflictos, obviamente a costa de la riqueza de la ciudad, ejemplos de estos son Alejandro el Moloso o Pirro de Epiro. Tras las guerras pírricas, en el 272 a.C., Tarento pasaría a estar bajo dominio de la República Romana, tras ser saqueada y siendo esclavizada parte de la población; aun así, volvería a florecer y prosperar en época Imperial aunque nunca como en el s. IV a.C.


Bibliografía:

ARENA, R. (1996): Iscrizioni greche arcaiche di Sicilia e Magna Grecia. 5, Iscrizioni di Taranto, Locri Epizefiri, Velia e Siracusa. Nistri Lischi, Pisa.

D’AGOSTINO (1985):”I paesi greci di provenienza dei coloni e le loro relazioni con il Mediterraneo Occidentale”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia, Electa, Milano, 209-244.

DUNDABIN, T.J. (1968): The Western Greeks: The history of Sicily and South Italy from foundational of the Greek colonies to 480 B.C, Oxford Universiy Press, Oxford.

GARBINI, G. (1985): “Esploratori e mercanti non greci nel Mediterraneo occidentale”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia, Electa, Milano, 245-264.

GRECO, E. (1985): “Topografia archeologica della Magna Grecia”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia, Electa, Milano, 245-264.

GRECO, E. (1996): “Porti della Magna Grecia: Topografia e Storia”, Prontiera, F. (eds.), La Magna Grecia e il Mare: Studi di Storia Marittima, Magna Grecia 10, Taranto, 173-188.

PUGLIESE, G. (coord.) (1996): Magna Grecia: Lo svilupo político, sociale ed económico, Electa, Milano.

TROTTA, F. (1996): “La pesca nel mare di Magna Grecia”, Prontiera, F. (eds.), La Magna Grecia e il Mare: Studi di Storia Marittima, Magna Grecia 10, Taranto, 227-250.

Recurso Web: 



Carlos Palacín Copado


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