Mi compañera Cristina Rubio ya ha expuesto las condiciones de la fundación masaliota de Emporion en el NW peninsular, de manera que a continuación se llevará a cabo un breve repaso de la actividad arqueológica llevada a cabo en este enclave.
Desde sus inicios, Emporion supuso un importante enclave en el devenir del rumbo histórico de la península ibérica gracias a multitud de factores, desde el económico hasta el geográfico. Tras una primera fase de establecimiento de un emporion en una pequeña isla, pronto se vio que el desarrollo urbano superaba el espacio disponible, trasladándose entonces la colonia a tierra firme y dando lugar a la Neápolis o ciudad nueva.
Aunque el objetivo primigenio de esta entrada era dar a conocer la colonia siguiendo la línea de las entradas anteriores, he comprobado que mis compañeros del blog ΘΑΛΑΣΣΑ! ΘΑΛΑΣΣΑ! ya han realizado un estupendo análisis de los restos arqueológicos de la ciudad, por lo que el enfoque de esta última entrada será diferente. Para ello, se ha consultado la obra de Martín Almagro de 1951 para contrastar la visión arqueológica que se tenía durante los primeros años de excavación con las últimas tendencias actuales.
Así, para el profesor Almagro Emporion es "ciudad colonial lejanísima [...] la griega Emporion fue pobre y pequeña. Sus restos es necesario gozarlos más con la imaginación que con los ojos" (Almagro, 1951: 7). Respecto a esta afirmación, mi compañero Carlos Palacín desmentirá esta faceta pobre de la ciudad, y en cuanto a su tamaño, es evidente que el visitante que se adentre en la actualidad en los restos arqueológicos de Ampurias verá la gran extensión de la colonia. A cambio es necesario decir que la visión actual es resultado de décadas de intervenciones arqueológicas, y por tanto es lícito que el profesor Almagro, creador del I Curso Internacional de Arqueología en 1947 en Ampurias, defendiera que la realidad arqueológica no hiciera justicia a la importancia de la colonia.
El profesor Almagro también se encargó de analizar las menciones de la ciudad de Emporion en las fuentes clásicas, tanto de la ciudad griega como de la romana, destacando la descripción de la ciudad que hace Estrabón en su Geografía, así como el cambio en la independencia de la ciudad tras las guerras civiles entre Pompeyo y César (Almagro, 1951: 47).
Respecto a la historiografía de la arqueología en Emporion, era bien conocida su ubicación desde hacía tiempo, con referencias en Felíu de la Peña, en el obispo Marca y en Pujado en 1598; Flórez, Vega y Setmanat en en s. XVIII, así como episodios de expolio de aficionados como José de Maranjas y de Marimón, llegando a escribir la primera monografía de la ciudad. Las excavaciones iniciadas en el s. XIX son calificadas de esta manera por el profesor Martín Almagro Basch, pero evidentemente sin metodología científica, por lo que pueden calificarse como "escarbaciones", ya que el objetivo es el hallazgo de objetos valiosos o singulares, que llamen la atención y puedan ser expuestos en diversos museos. Este tipo de intervenciones atrajeron la atención de expoliadores, que saquearon el yacimiento, hasta que en 1908 la Junta de Museos de Barcelona "inicia las excavaciones científicas, y en varias campañas sucesivas logró poner al descubierto casi toda la Neápolis" (Almagro, 1951: 62). En 1939 las excavaciones pasan a la dirección del equipo de Martín Almagro Basch, quien afirma que "durante la Guerra Civil, los rojo-separatistas profanaron sin respeto sus ruinas, abrieron trincheras y asentaron baterías sin control alguno" (Almagro, 1951: 63).
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Fragmento de texto de Almagro, 1951: 63. |
Es muy interesante leer este tipo de afirmaciones, ya que demuestra cómo la Arqueología se ha visto influida por la política prácticamente desde sus inicios y cómo en la actualidad esta tendencia se ha mantenido, aunque de forma más diluida. No sólo se ha visto coaccionada, sino que la Arqueología ha servido como argumento y justificación ideológica, llegando a interpretar los restos arqueológicos en función de la conveniencia política. En este caso, el contexto de dirección de las excavaciones y la posterior publicación del profesor Almagro tras la Guerra Civil española indica cómo dentro de la historiografía arqueológica española la subjetividad está presente en los trabajos científicos de una coyuntura política como es la dictadura franquista. Sin embargo, esta es una perspectiva posible hacia el pasado desde la tendencia metodológica actual, ya que la coyuntura ha cambiado, y por lo tanto, la Arqueología puede ser más objetiva, aunque también se ve sujeta a estas cuestiones ya citadas.
Cuando el profesor Almagro escribió este manual las excavaciones se estaban llevando a cabo en la Neápolis, donde los trabajos se encontraban muy avanzados, y en la ciudad romana, mientras que la Palaiópolis no estaba estudiada, lo que hacía que no se tuvieran claros ni la cronología ni el origen de la ciudad: "Falta por explorar la Palaiápolis, donde es de esperar se hallen los más antiguos estratos de este viejo establecimiento griego"(Almagro, 1951: 56). Las excavaciones posteriores confirmaron la antigüedad del asentamiento isleño hacia el último cuarto del s. VI a.C. (Boardman, 1983: 218).
En tiempos del profesor Almagro la Neápolis ya fue excavada, habiendo hallado la planta de la ciudad, pero en décadas posteriores se llevaron a cabo reexcavaciones, que son totalmente aceptables, ya que el desarrollo metodológico permite estudiar ámbitos no contemplados hasta ese momento, por lo que puede hallarse nuevo conocimiento que podría haberse pasado por alto.
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Fotografía del aspecto de la Neápolis durante las excavaciones de Almagro (1951: 88). |
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Planta de la Neápolis una vez excavada por Almagro (1951: 89). |
Es destacable la cronología establecida por el equipo de Almagro, basándose en los conjuntos estratigráficos cerrados, y en el caso de la neápolis, especialmente gracias a la cerámica. A destacar una cita "exponer hallazgos estratigráficos es siempre más bien de un valor científico que monumental, pero resulta muy importante por sus enseñanzas y por cuanto significa en la Historia" (Almagro, 1951: 103). En ella el profesor Almagro expone el progresivo cambio en la mentalidad arqueológica de que es más importante un hallazgo monumental visualmente a otro tipo de evidencia que proporcione conocimiento útil, una tendencia que es necesario desarraigar del significado de que la Arqueología es "todo aquello que brilla".
De esta manera, resulta muy positivo leer los informes de excavaciones antiguas ya que no sólo proporcionan información de las primeras fases de los yacimientos, en los que los restos arqueológicos están en posición primaria o no tan modificados como en las excavaciones más recientes; sino que permiten ver cómo las tendencias metodológicas y la teoría arqueológica cambia y se ve influida por factores ajenos a investigación.
Bibliografía
-Almagro Basch, M. (1951): Ampurias. Historia de la ciudad y guía de las excavaciones, Barcelona: CSIC, Instituto Rodrigo Caro de Arqueología y Prehistoria y Diputación Provincial de Barcelona.
-Boardman, J. (1983): Los griegos en ultramar: comercio y expansión colonial antes de la era clásica,Madrid: Alianza Editorial.
-Domínguez Monedero, A. (1986): "La ciudad griega de Emporion y su organización política", Archivo Español de Arqueología, 59, nº 153-154, pp. 3-12.
María Ruiz Vega
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