Este gran conjunto de templos que hoy comentamos forma el conocido Parque Arqueológico de Selinunte, siendo este uno de los más grandes de Europa. Este conjunto, responde tipológicamente a recintos que ya hemos visto anteriormente como es el caso de Siracusa, y otros que nos hemos visto como Velia o Agrigento. Hablábamos en el caso de Siracusa de conjuntos templarios que eran colocado en una enorme zona escarpada que recibía el nombre de Acrópolis, término que llega a estas colonias de la madre patria. (LA TORRE 2015: 273). Pero lejos de ser solo el Acrópolis el único lugar donde se colocan los templos, Selinunte tiene un área sagrada que se divide en cuatro zonas: al sur, la Acrópolis y los escarpados acantilados que caen al mar; al norte, la colina de Manuzza, donde se hallada la ciudad propiamente dicha; al este, los templos denominados E, F y G, posiblemente dedicados a las divinidades de Hera, Atenea y Zeus; y al oeste, el santuario de Demetra Malophoros. De este modo encontraremos conjuntos templarios en diferentes ubicaciones, encontrando santuarios urbanos, periurbanos y extraurbanos, construidos en caliza local y aunque estén separadas estas zonas, ambas miran hacia el mar.
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Plano del Parque Arqueológico de Selinunte |
Este complejo y toda la ciudad fueron destruidos por
los cartagineses en el 250 a.C, pero a pesar de ello, las excavaciones han
permitido sacar una enorme cantidad de restos y salvaguardar ricos edificios
monumentales. El primer complejo que vamos a comentar es el del Acrópolis, el
cual se haya en el borde suroriental de este escarpado lugar, siendo claramente
el sistema templario más importante y complejo de la ciudad. (LA TORRE 2015:
283) Este espacio como ocurría en santuarios posteriormente comentado cuanta
con una pared delimitadora, el témenos,
ya creado antes del siglo VI a.C. Este muro según argumenta La Torre crea dos platéia (plaza), una en el lado sur del
complejo, junto a los acantilados, y otro al oeste. Esta última platéia es donde se encontraban unos
propileos monumentales que permitían la entrada al santuario.
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Fotografía aérea del recinto sagrado |
Los edificios
más antiguos datan de finales del siglo VII, principios del VI, y se encuentran
al norte de la platéia norte. En
primer lugar, nos encontramos con un megarón,
un edificio de planta estrecha y alargada (5, 32 por 17, 85 m), articulado con
una cella de gran profundidad, con dos columnas de madera que se colocan en la
zona central y dividen el espacio, tras esta naos se encontraría el ádyton.
El templo C tiene unas dimensiones de 23, 8 por 63, 75 metros, con un basamento de cuatro gradas. Tiene 6 por 17 columnas, dispuestas en doble hilera en la fachada. La construcción de esta pasa del monolito al sistema de tambores a medida que vamos progresando hacia el oeste. Siguiendo la tradición de los templos de Selinunte, encontramos una cella alargada son apoyo interno, precedida de un pronaos y con un ádyton posterior. El pórtico se encontraba cerrado por un par de puertas y el santuario presentaba un área de pavimentado realzado. (LA TORRE 2015: 284) Es interesante comentar los ricos decorados escultóricos que este templo albergaba y que hoy se encuentran en el Museo de Palermo, estas obras son un conjunto de metopas que albergaban temas mitológicos como Hércules o Cécrope, Perseo y Medusa o el carro de Apolo y Artemis. En cuanto al templo D, este es el más septentrional. Con unas medidas de 23, 5 por 55, 6, y tenía 6 por 13 columnas. Ambos edificios contaban además con un altar que estaba fuera del recinto sagrado, pero con contaban con grandes dimensiones.
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Planta del templo C |
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Restos del templo C |
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Decoración del templo C |
En cuanto a la parte sur del santuario, este tenía un
edificio de tipo megarón arcaico
(templo P), construido con una cella y un ádyton.
Al norte de este encontramos el templo O, el cual es identificado como un
templo períptero de época clásica, del que hoy solo conservamos los cimientos
ya que es posible que este no se concluyera.
Sobre este, y con iguales dimensiones se encuentra el
templo A, el más antiguos de los dos, construido en torno al a.C. Es una obra
períptera, dórica, con unas dimensiones de 40, 31 por 16, 13 m, con 6 por 14
columnas. Cuenta además de pronaos y opistodomos, este último permitido por el
acortado de la cella. En esta cámara trasera se han encontrado una serie de cortes
que permitirían albergar un pedestal para una estatua.
Este templo G, es iniciado a finales del VI a.C pero
la construcción se abandonó en el 480 a.C Es uno de los más grandes de
Selinunte y es conocido como templo de Apolo. Tiene unas dimensiones de 50 por
110 m. es de estilo dórico y períptero. La planta de este templo es compleja,
con 8 por 17 columnas, cuenta con un pronaos al que se accede a través de dos
columnas in antis que crean un triple
acceso a la cella. Esta cella tiene dos líneas de columnas que parte en espacio
en tres, siendo la nave central la que nos guía hasta el ádyton, mientras las otras dos crean espacios que permiten circundar
el central. Finalmente es rematado con un opistodomos con dos columnas in antis.
Esta parte posterior del templo, con una enorme zona para la estatua de culto,
tiene como modelo el Dydimaion de Mileto. La Torre a demostrado que este
templo, y en general este conjunto sagrado podría desempeñar una función de
recinto sagrado urbano, al igual que en la zona del Acrópolis, ya que en la
zona posterior se ha encontrado un naiskos
(templete), en el cual se ha encontrado la inscripción de la victoria gracias a
los dioses. De este modo el templo puede ser identificado con el Olympeion más
que con el Apollonion. De este modo los santuarios de esta colina este, podrían
desempeñar también una función primaria, habiendo sido dedicados a deidades tan
grandes como Zeus y Hera. (LA TORRE 2015:287-89)
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Diferencias entre planimetrias de Selinunte |
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Templo de Hera |
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Decoración de unas de las metopas |
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Fotografía aérea del santuario de Malaphoros |
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Plano del santuario de Malaphoros |
Sin duda alguna, este recinto sagrado de Selinunte es
el más grande y complejo de los vistos hasta ahora en este blog. En el podemos
observar como en los otros un proceso evolutivo de los templos, pasando del megarón arcaico a obras claramente
clásicas donde albergamos edificios con pronaos, cella y opistodomos. Nos
ofrecen así una visión constante de la evolución que están sufriendo las
estructuras sagradas no solo en estas colonias de la Magna Grecia, sino en todo
el mundo griego.
Alejandro Sastre Laso
Bibliografía:
- · LA TORRE. G., Sicilia e Magna Grecia, Archeologia della colonizzazione greca d´Occidente, Laterza, Roma, 2015.
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