En la
entrada de esta semana se tratará de mostrar el potencial económico de Megara
Hyblea, una modesta colonia en la que, a pesar de los abundantes restos arquitectónicos
y urbanos, el estudio de sus actividades y economía ha sido ignorado durante
años y se ha descrito vagamente a través de los clásicos. Por desgracia a penas
se la puede contextualizar en la geopolítica colonial, algo que intentamos
mostrar cada semana, debido a su débil presencia y actividad política en la
Sicilia arcaica y el consecuente silencio en las fuentes; pero como veremos los
innovadores estudios y análisis para poder comprender como funcionó la economía
de Megara Hyblea, especialmente los del doctor Franco De Angelis, resultan de
gran interés y ejemplares[1].
Aunque
Dominguez- Monedero asegura que Megara Hyblea disponía de un gran territorio
fértil disponible, -aunque no llegaran a explotarlo del todo (Dominguez-Monedero
2006, 278-279) esta afirmación no está- para nada evidenciada en los
documentos.
De
Angelis intenta hacer un profundo estudio de la población y el territorio a
través de los restos arqueológicos y de la escasa evidencia literaria
conservada respecto a Megara Hyblea. Tan solo la nombran Polyanios y Tucidides,
pero quien si nos ofrecerá algo más de información será Estefanos de Bizancio
en su “Ethnica”, pero sin poder contextualizar sus fuentes ni base de esta.
Viendo esta precaria situación bibliográfica, sin duda alguna, la única fuente
útil e interpretable es la arqueología, tal y como hará De Angelis (De Angelis
2003, 75). Una forma de delimitación será a través de restos funerarios y
tomando referencia de sus ciudades vecinas, Leontinoi y Siracusa[2].
Esto le llevará a delimitar un territorio de hasta 400 km² de una resaltable
riqueza económica como veremos.
Mapa donde se delimita los extensos territorios de Megara Hyblea en base a los estudios de De Angelis (De Angelis 2003, 74) |
Curiosamente
los primeros indicadores de la presencia griega en la zona están estrechamente
relacionados con el inicio de la explotación de las canteras del lugar. El
territorio de Megara Hyblea destacó afortunadamente por una importante riqueza
cantera[3].
La primera en ser explotada, y una de las más exportadas, fue la roca volcánica,
especialmente como bordillos de calle hacia la mitad del siglo VII a.C. (De
Angelis 2003, 75) y piedras de molino; algo potenciado por la proximidad de la
fuente a la colonia (tan solo 10 kilómetros). Otra de las canteras que dio
potencial a Megara Hyblea es la situada en Intagliatella, de piedra caliza
blanca, aunque ésta ha desaparecido debido a la expansión industrial actual
impidiendo estudios al respecto (algo ya presentado en la entrada de esta semana de M. Ruiz).
No solo
tendría suerte con los recursos geológicos, por su territorio pasaban diversos
ríos, destacando el Anapo, que regaban las tierras de Megara Hyblea sin
problemas, que combinado con la gran fertilidad de sus tierras volcánicas daban
un gran potencial a la producción agraria de la colonia. No hay ninguna
evidencia que pruebe cuanta tierra era cultivada por los colonos, pero sí
podemos saber mediante los estudios geológicos qué porcentaje de su territorio
era cultivable, De Angelis se declina hacia el estudio con un porcentaje más
“medio”[4]
señalado por Pollastri del 78%. Calculando unas 31.200 hectáreas cultivables y
suponiendo 3 o 4 hectáreas por persona para poder abastecerlos, De Angelis llega a la conclusión de que el
territorio de Megara Hyblea podría haber llegado a mantener a una población de
hasta 39-52.000 habitantes. Viendo que la ciudad llegó como mínimo a las 2275
personas, se puede afirmar que la ciudad estaba abastecida sin problemas y
debió tener un excedente considerable (aunque no toda la tierra cultivable
fuera cultivada). Se han conservado cinco grandes silos al norte del ágora que sin
duda permitieron guardar enormes cantidades de trigo y sus excedentes (De
Angelis 2003, 84-85).
No solo
se produciría grano y alimentos, las excavaciones francesas publicadas en 1975
demostraron diversas antiguas plantaciones de vid (De Angelis 2003, 86)
A
mediados del siglo VI a.C. comienza a aparecer mármol en los restos
arqueológicos, tanto en esculturas, el templo y algunas tumbas (De Angelis
2003, 83). Todo este mármol venia importado desde la isla de Paros y/o Naxos
demostrándose así que la ciudad tenía suficiente riqueza como para permitirse
esta clase de materiales de importación.
Cerca del
ágora de la ciudad se encontró muy probablemente un centro artesanal de
metalurgia que produjo buena parte de los materiales metálicos de la colonia.
Solo se han encontrado objetos metálicos en contexto funerario, de los estudios
de la necrópolis se ha extraído una pequeña variedad de metales siendo el más
abundante el bronce, seguido por la plata, el hierro, oro y cobre. Los objetos
más comunes en bronce eran elementos de complemento como fíbulas, anillos,
collares y botones, aunque también se han encontrado espadas, cuchillos de
hierro, puntas de flecha y agujas. La plata y el oro destacarían en pendientes
y anillos. De las tumbas documentadas muchos menos de la mitad contienen
objetos de metal, esta exclusividad estuvo claramente potenciada al depender
Megara Hyblea de la importación de todo tipo de metales de los cuales carecía
su rica tierra[5].
Se han
localizado dos centros de producción cerámica, ambas del s. VI a.C. junto a las
murallas de la ciudad. Estarán centrados en la producción de objetos para
consumo local como lámparas, vajilla, figuras, etc. Siguiendo un modelo
bastante corintio aunque en la última etapa (650-600) producirán simples
cerámicas sin decoración.
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Figuritas de cerámica producidas localmente en Megara Hyblea |
Por los
cientos de pesas de telar encontradas en
casas de Megara Hyblea por Villard en 1951 algunos autores han pensado que
probablemente fue un importante centro productor de textiles de lana. Sin
embargo De Angelis se mantiene escéptico al no haberse publicado ninguna de
estas y no haber aparecido pesas de telar en posteriores excavaciones.
Otra
supuesta gran producción de Megara Hyblea es la miel, algo extendido por
algunas fuentes clásicas y que ha contagiado muchas obras contemporáneas. De
hecho Dunbabin (Dunbabin 1968, 221) llega a afirmar que la miel de Megara
Hyblea era reconocida como una de las mejores del Mediterráneo, dejándose
llevar por los clásicos. De Angelis critica con dureza este comportamiento ya
que los yacimientos en la colonia hasta la actualidad no han aportado ni una
sola evidencia de una supuesta producción de miel local (De Angelis 2003, 95).
Habiendo
visto tan al detalle la producción y economía local es evidente que Megara
Hyblea disponía de un gran potencial agropecuario y facilidades para materiales
constructivos, pero no alcanzaría un gran desarrollo artesanal y falta de
producciones de alto valor comercial como para desarrollar una buena economía
incipiente a nivel regional. Prueba de ello es la carencia de una moneda propia
(como vimos en otras entradas, como Naxos y Tarento, este es un elemento
fundamental para determinar cuándo una colonia tiene una mínima presencia en
las redes comerciales mediterráneas), de hecho ni si quiera se observa que
utilicen monedas de otras ciudades cercanas.
Sin
embargo el hecho de que carezca de moneda o de importantes producciones de
mercaderías de alto valor comercial no significa que no participara en el
comercio e intercambios en la región o en las redes comerciales mediterráneas.
De Angelis resalta que no hubo intercambios con nativos sicilianos de la región
ya que la demanda de estos estuvo copada por las producciones leontinas y
siracusanas (De Angelis 2003, 88-89). La mayor evidencia de comercio en Megara
Hyblea son las importaciones cerámicas y aunque supuestamente se ha extraído
numerosos restos de esta De Angelis duda de la calidad de muchas de las
publicaciones al respecto, llegando a tildarlas de:
“much has only been published in cursory fashion” (De Angelis 2002, 89).
Los
datos, aunque reanalizados e
interpretados por De Angelis, no aporta mucha novedad, mostrándose unos
patrones muy clásicos con clara superioridad de las cerámicas corintia y ática
(esta última a finales del s, VI a.C.).
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Ejemplo de un aryballoi corintio importado en Megara Hyblea donde están representados Atenea y Hercules (s. VI a.C.) |
Nos
encontramos por lo tanto ante una colonia modelo en materia de economía y
desarrollo agrario, con grandes extensiones de fértil tierra cultivable, un
importante abastecimiento de agua y con tierras de pastoreo amplias. Incluso
con fuentes de materiales de construcción cercanas y de buena calidad. Por
desgracia tuvo un importante déficit de metales y también tuvo que importar el
mármol en cuanto comenzó a crecer y querer obtener objetos u edificios de
prestigio, limitando así el gran potencial de Megara Hyblea como polis y ni si quiera pudiendo desarrollar un fuerte
artesanado a causa de esas carencias. Sin duda alguna participó en las redes
comerciales mediterráneas teniendo intercambios con Etruria, fenicios y
sobretodo con la Grecia Continental pero bastante restringidos al intercambio
de sus no pocos excedentes agropecuarios a cambio de materiales de prestigio
como metales, perfumes y mármol, generándose así una balanza comercial no
suficientemente beneficiosa generar riqueza en la colonia.
[1] Un autor que destaca por una
gran investigación y calidad de análisis que contrasta notablemente frente al
gran vacío bibliográfico y documental que el mismo De Angelis denuncia en su
obra.
[2] No lo
expondré en esta entrada ya que ocuparía bastante espacio y nos desviaría del
objetivo del trabajo, resaltar la economía de Megara Hiblea, sin embargo vale
la pena resaltar su interesante estudio reprobado por otros conocidos
académicos como Domínguez-Monedero. DOMINGUEZ-MONEDERO (2006): 76-78.
[3] No así mineral, debiendo
importarlo como veremos a continuación.
[4] Según las fuertes que aporta, el
AHÍ (Admiralty Naval Inteligence Division, Italy) señala que entre un 50-70%;
Pollastri 78% y Milone el 95%. DE ANGELIS (2003):81
[5] La plata muy probablemente era importada
de la misma Grecia Continental. DE ANGELIS (2003): 84
Bibliografia:
-DE ANGELIS, F. (2003): Megara Hyblaia and Selinous. The Development of Two City-States in Archaic Sicily. Oxford University School of Archaeology, Monograph 55, Oxford.
-DOMINGUEZ-MONEDERO, A. (2006): "Greeks in Sicily", en G.R. Tsetskhladze (ed.) Greek Colonisation. An Account of Greek Colonies and Other Settlements Overseas. Vol. I. Leiden. 253-357.
-DUNDABIN, T.J. (1968): The Western Greeks: The history of Sicily and South Italy from foundational of the Greek colonies to 480 B.C, Oxford Universiy Press, Oxford.
Carlos Palacín Copado.