viernes, 11 de noviembre de 2016

Naxos: el enclave siciliano

Como mi compañera Cristina Rubio ha tratado la fundación griega de Naxos en Sicilia, se procederá ahora a exponer la realidad arqueológica de la colonia, que tal y como afirma Domínguez Monedero, es la que debe dilucidar la realidad colonial de la ciudad (Domínguez Monedero 1989: 105). Recurrir a los textos es de gran ayuda en el conocimiento de la realidad histórica, y es Tucídides quien nos habla sobre la ciudad, pero la investigación arqueológica debe tener cuidado de no caer en la Arqueología Filológica a la hora de interpretar los restos de Naxos.

La ciudad de Naxos se sitúa en la costa este de la isla de Sicilia, a unos 50 km al sur del estrecho de Mesina, en un promontorio cerca de la desembocadura del río Acesines y en el entorno del Monte Etna. Es, por lo tanto, una zona estratégica y volcánica, aunque susceptible de fenómenos sísmicos. Según John Boardman (1983: 177) el asentamiento griego desplazó un establecimiento preexistente indígena; lo que evidencia que es una zona, sobre todo desde el punto de vista estratégico, muy importante y con acceso a recursos que aseguran su supervivencia. Sin embargo, el territorio que controlaba Naxos no era muy extenso, de manera que su importancia recaía en el control del punto de comunicaciones marítimas que conectaba el este de Sicilia y que permitía el paso por el estrecho de Mesina hacia la costa occidental italiana (Domínguez Monedero, 2006: 256).
Imagen 1. Plano de Naxos con las distintas etapas de evolución de la ciudad. Destacan las tres grandes plateai que articulan la ciudad, cortadas por otra serie de calles perpendiculares, configurando así el plano ortogonal. Fuente: Domínguez Mondero, 2006
Respecto a los hallazgos arqueológicos, se han determinado dos capas urbanas superpuestas, la primera datable entre mediados del siglo VII y finales del VI; y la segunda, ya de plano ortogonal, fechada en el s. V.
El primer asentamiento colonial ocupaba un pequeño espacio, y se situó cerca de la bahía, reaprovechando parte de las defensas de época indígena. Se conservan algunas casas de la época más temprana, de planta cuadrangular, con unas dimensiones de 4 x 4 metros, con una estancia única y concentradas en el NE de la meseta. Gracias a estas estructuras, se ha calculado que en la fase inicial la ciudad tendría unas 10 ha de extensión. A lo largo del siglo VII la ciudad creció, alcanzando su máximo expansión, y comenzó a organizarse siguiendo un plano regular, alrededor de una serie de ejes principales quizá divididos en función de la procedencia (Domínguez Monedero, 2006: 258). Estas áreas diferenciadas de la ciudad confluían en el centro en una vía pública de mayor extensión, unos 5 metros, que conducía al hinterland. Las excavaciones de los años 60 sacaron a la luz estos descubrimientos, permitiendo constatar el trazado de las calles y las casas, así como identificar la existencia de una zona sagrada y otra de necrópolis. Las investigaciones en esta última zona sólo han podido datar una pequeña parte de las tumbas de la primera generación de colonos, aunque es sorprendente la presencia de mujeres indígenas asociadas a estos enterramientos tempranos (Domínguez Monedero, 2006: 259).

Imagen 2. Situación de la ciudad de Naxos respecto a la topografía costera. Fuente: http://www.lasicilia.es/giardini_naxos  
El área sacra se encontraba en la zona periurbana de la ciudad, y las murallas del siglo VI que marcaban el límite del asentamiento. En el siglo V, probablemente debido a una refundación, la ciudad se reconstruye, organizando la disposición en forma de rejilla y con una sola orientación. Son tres calles, plateai, que discurren de este a oeste las que organizan el espacio, que a su vez son cortadas por otras calles secundarias que discurren de norte a sur. También se ha propuesto que la ciudad se dividiera en barrios, estando la zona comercial más al norte, con casas y pequeñas tiendas, conectando esta área con el puerto y el hinterland. Las excavaciones del 2006 localizaron el ágora, hacia el SO de la ciudad.


Sin embargo, el desarrollo de la ciudad se vio truncado por diversos acontecimientos históricos: a principios del s. V fue conquistada por Hipócrates de Gela, que sometió la ciudad. Durante la Guerra del Peloponeso, Naxos se alió con los atenienses, lo que provocó el enfrentamiento con Siracusa, quien, al mando de Dionisio I, tomó la ciudad, convirtió a sus habitantes en esclavos y entregó la ciudad a los sículos. De esta manera, los nuevos dueños del territorio decidieron realizar una nueva fundación, que tomaría el nombre de Tauromenium. En las laderas del monte Tauro, Andrómaco, padre de Timeo, estableció una ciudad donde confluyeron algunos de los antiguos habitantes de Naxos, aunque sus principales habitantes eran de origen sículo, tal y como confirman las necrópolis. Tauromenium permaneció en la órbita de Siracusa hasta la conqsuita romana en tiempos de Augusto (Mayer y Rodà, 1998: 118). 

Bibliografía

-Boardman, J. (1983): Los griegos en ultramar: comercio y expansión colonial antes de la era clásica,Madrid: Alianza Editorial.

-Domínguez Monedero, J.A. (1989) La colonización Griega en Sicilia. Griegos, Indígenas y Púnicos en la Sicilia arcaica: Interacción y Aculturación, vol. IOxford.

-Domínguez Monedero (2006): "Greeks in Sicily", Greek Colonisation. An account of greek colonies and other settlements overseas, vol. 1, pp. 253-259,

-Mayer, M., Rodà, I. coords. (1998): Ciudades Antiguas del Mediterráneo, Barcelona: Lunwerg Editores. 

Recursos web

http://www.lasicilia.es/giardini_naxos
http://www.parconaxostaormina.it/it/fotogallery 

María Ruiz Vega

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