Tal y como hemos visto Posidonia fue fundada en
el valle de Sele, una de las mayores y más fértiles llanuras situada al sur de
Nápoles, siendo esta una gran ubicación para la agricultura pero también para
el comercio a pesar de carecer de fronteras naturales que los separaran de sus
vecinos. De hecho se cree que la colonia se fundó con claras perspectivas hacia
la ruta comercial terrestre que iba desde Sibaris hacia el norte por el valle
del Diano (afluente del Sale) y que con la llegada etrusca a Campania se
convertiría en el gran eje vertebrador de los grandes intercambios entre
etruscos y griegos. En esa ruta, Posidonia fue un enclave destacable en la cual
se encuentran restos arqueológicos en cementerios locales (anteriores incluso
al 700 a.C), como los restos protocorintinos que señalarían la existencia de un
comercio greco-itálico anterior a la fundación [Dunbabin (1968): 263].
Hasta hace poco el papel
de Posidonia y su metrópolis, Sibaris, era importantísimo para la
historiografía de la región ya que para autores como F. Lenornant [cit. Gras,
M. (1996):213] la vida económica de la Magna Grecia se desarrolló como
conectores entre el mar Tirreno y el mar Jonio, evitando la larga
circunnavegación de la península de Calabria. Según esta línea académica, las
grandes colonias serán las que tengan acceso o desarrollen las mejores rutas,
destacando Crotona, Locri y sobretodo Sibaris, estas colonias engendrarán una
serie de “subcolonias” con las que asegurarían los enclaves comerciales en el
Tirreno, siendo una de estas Posidonia, en el caso de Sibaris. La Magna Grecia
se convertiría así en un gran canal (un diolkos)
entre Occidente y Grecia – Oriente, convirtiéndose Sibaris y sus colonias en
los grandes intermediarios comerciales del Mediterráneo y justificándose de
esta forma la riqueza que se le atañe a estas colonias en la literatura clásica
a Sibaris y sus colonias.
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Mapa de la Magna Grecia donde se señalan en puntos suspensivos las supuestas rutas comerciales terrestres que comunicaban el mar Jonio con el Tirreno [Grass, M. (1996): 214] |
No obstante las teorías
literarias, como suele ocurrir, no encajan con las realidades arqueológicas.
El primer punto que rompe
el esquema es que esas “supuestas” rutas terrestres, a pesar de ser más cortas,
no tenían por qué ser más rápidas y para nada más seguras. Asimismo, este
principio se asentaría sobre una “contemporización” de las ideas comerciales de
la antigüedad, ya que el objetivo principal y especial preocupación a nivel
comercial no sería tanto la rapidez sino la seguridad[1].
Gras sobre todo ataca la
teoría del diolkos por la falta de
testimonios arqueológicos que demuestran un gran movimiento comercial por las teóricas rutas. Por el contrario,
no se han encontrado abundantes materiales
exóticos provenientes de oriente en las colonias. [Gras, M. (1996): 214-215]. Igualmente
resalta que probablemente las fuentes clásicas al hablar de la riqueza de
Sibaris, destacan que estaría ligada a la gran demografía y alcance territorial
de la colonia.
Habiendo desestimado la teoría del diolkios de la Magna Grecia ¿Qué dinámicas comerciales afectaron a
Posidonia y al desarrollo de esta?
Como hemos visto Posidonia era una colonia de una
fundación griega en la Magna Grecia, siendo además la colonia sibarita más
alejada, situación que significaría un desarrollo político y económico más
autónomo que sus hermanas al estar fuera de la esfera de influencia de Sibaris.
Sumándose además la diferencia de encontrarse en un escenario comercial (el
Tirreno) diferente al del Golfo de Tarento.
Posidonia, al igual que
Sibaris y sus colonias destacarían por unas políticas relativamente liberales
con la ciudadanía con otros griegos como también en sus relaciones con otros
pueblos itálicos, llegando a considerar algunos pueblos, como los oinotrianos, civilizados. Esto
significaría una tolerancia y una proliferación con cierta facilidad de
poblaciones más mixtas (con lo cual la demografía y la economía de las colonias
crecerían). [Dunbabin (1968): 187)[2].
Aunque no se encuentran en necrópolis y
santuarios pruebas de una temprana influencia itálica, siendo todos puramente
de estilo griego Dunbabin lo justifica en unas primeras generaciones de artesanos
claramente emigradas de Grecia o descendientes de estos. Es a partir del s. V
a.C. cuando la mezcla cultural entre las sociedades griega e itálica se hacía
más profunda, cuando encontramos claros rasgos itálicos en el artesanado no
solo de Posidonia si no de más colonias helenas de la zona de Campania y Apulia
(como Lokroi). Piezas que son calificadas como mucho más originales e
independientes que las sicilianas (donde si hubo una marginación a las
poblaciones locales) [Dunbabin (1968): 188-191].
En Posidonia y sus
alrededores se han encontrado variantes propias de influencia itálica de
cerámicas corintias, muy probablemente de los centros de producción de Eboli y
Battipaglia inmediatas a la colonia.
La calidad y valor de las
producciones cerámicas irá in crescendo siendo hacia el s. VI-V a.C. cuando su
producción se extienda a gran nivel por los mercados de la Magna Grecia tanto
por su cerámica común como por la cerámica de figuras rojas. Se conocen
reputados ceramistas gracias a sus “firmas” en las piezas como lo fueron Python o el “Maestro de Afrodita” sin embargo el ceramista más conocido de
Posidonia fue Assteas que produciría sus piezas entre el 380 a.C. y 350 a.C.
[Benoyelle (2011): 13-19].
Izq. Cratera producida por Python donde se representa un viejo sátiro seguido por Dioniso (mitad s. IV a.C). Dch. Cratera producida por Assteas que representa la escena del heroe Cadmo y el dragón (c. 380-350 a.C.).
Posidonia participará
activamente en los conflictos del momento aunque siempre con un papel
secundario y para nada relevante, cosa que le permitirá sobrevivir a los
grandes acontecimientos sin sufrir demasiados daños o perjurios. Lo cierto es
que, como ya se ha comentado, la entrada de Etruria en el escenario de la
Campania (primera mitad del s. V a.C.) favorecerá a la colonia por el gran dinamismo comercial
que desarrollará la ruta comercial por donde Posidonia ejercía un papel
importante.
A pesar de estar fuera de
la esfera de influencia de su metrópolis, Sibaris, mantendrá estrechas relaciones comerciales y
políticas con esta, ayudando, por ejemplo a refundar Sibaris en 453 a.C. tras
su destrucción.
La situación del
escenario geopolítico cambiará radicalmente con el ascenso de los lucanos y su
Confederación Lucana. Declararán la guerra a Posidonia y la tomarán (420-410
a.C.) junto a otras colonias sibaritas como Lao, Skidros y Pissunte. Estos
situarían un asentamiento lucano que conviviría con la población griega y
renombrarían el lugar como Paistom. La incorporación de esta y las otras
colonias no solo impactó a nivel político, económico y social también
provocaría cambios en todas las estructuras lucanas que forzarían una
helenización muy destacable [Lombardo, M. (1996): 55-56 y Bottini, A. (1996): 259-281].
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Frescos de clara influencia itálica en tumbas de Paestum (s. IV a.C.) |
Las fuentes clásicas
señalan a partir de aquí una decadencia, pero la arqueología muestra que la
economía seguía igual de fructífera, especialmente la artesanía. Los rasgos
itálicos se acentuarían produciéndose no solo valiosas piezas de buena calidad
sino también con personalidad. Es en esta etapa cuando aparecen los reputados
ceramistas anteriormente mencionados. Este esplendor artesanal también se denotará en los frescos de las necrópolis.
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Cratera producida por Assteas en la que se representa el rapto de Europa (c. 350-320 a.C.) |
Posidonia seguiría bajo
dominio lucano hasta la derrota de estos en las Guerras Pírricas, cuando estos
pasarán bajo dominio romano. La colonia sería refundada en el 273 a.C. oficial
y definitivamente como Paestum.
[1] Esta afirmación es apoyada por muchos
de los documentos comerciales de la antigüedad conservados resaltan sobretodo
la preocupación y el deseo de suerte para la seguridad de travesía. Un caso
excepcional, el cual he trabajado y estudiado con asiduidad, sería el de los
numerosos papiros y ostrakas de temática comercial de Koptos (Egipto, s. I a.C.
– I d.C.).
[2] Dunbabin
resalta que esta presencia itálica se plasma sobretodo en la perdurabilidad de
los topónimos itálicas sobre los griegos en estos casos (Posidonia-Paestum,
Laos-Elea, etc.).
Bibliografia:
BENOYELLE, Martine (2011): La céramique grecque de Paestum: La collection du musée du Louvre, Gourcuff Gradenigo, Paris.
BOTTINI, Angelo (1986): “I Lucani”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia: Lo svilupo político, sociale ed económico, Electa, Milano, 259-280.
DUNDABIN, T.J. (1968): The Western Greeks: The history of Sicily and South Italy from foundational of the Greek colonies to 480 B.C, Oxford Universiy Press, Oxford.
GRAS, Michel. (1986): “Vie e Intinerari del commercio”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia: Lo svilupo político, sociale ed económico, Electa, Milano, 213-224.
LOMBARDO, Mario (1986): “I Lucani”, Pugliese, G. (coord.) Magna Grecia: Lo svilupo político, sociale ed económico, Electa, Milano, 55-88.
PUGLIESE, G. (coord.) (1985): Magna Grecia, Electa, Milano.
Recursos electronicos:
Carlos Palacín
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