Como ya ha hablado mi compañera de la fundación, y aunque se desconocen
prácticamente los dos primeros siglos de vida de la ciudad, se va a proceder a realizar un esbozo de la colonia griega hasta que a finales del s. V
a.C. los lucanos ocuparon el espacio, dejando notables huellas arqueológicas,
sobre todo en pintura funeraria. Después Posidonia será ocupada por los romanos, pasando a conocerse como Paestum.
Como es lógico, una vez llegados
al emplazamiento, los nuevos colonos hubieron de disponer una estricta organización
que permitiera articular la nueva ciudad para su correcto funcionamiento. De esta
manera, la ciudad se levantó sobre un banco de travertino, cerca del mar, pero
en los márgenes de una zona lacustre (Mayer y Rodà, 1998: 93), lo que beneficiaba a los habitantes tanto
por su facilidad de comunicación (vía marítima) como por la obtención de
recursos (mármol, agua).
Lo primero que se estableció con
claridad fue el espacio destinado a las actividades públicas de la ciudad, por
lo que se reservó una amplia franja de terreno central (con un kilómetro de
largo y unos 250 m de ancho) donde se establecería el ágora, -perdido bajo las
posteriores estructuras romanas-, el témenos de Atenea -o templo de Ceres-, el
heroon (que apuntaba Cristina Rubio) y otro témenos meridional con varios
edificios templarios, de los que hablará más profundamente mi compañero
Alejandro Sastre.
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Fotografía aérea en visión cenital de los restos arqueológicos. |
En la imagen puede apreciarse con claridad esa gran franja central que discurre N-S y que servía como espina dorsal para la urbanización. Al norte se encontrarían una serie de estructuras, quizá de habitación, encontrándose en el centro el foro -asentado sobre el antiguo ágora-, el anfiteatro y el comitium a la derecha; y en la zona sur, junto a más estructuras, el espacio destinado a los dioses, con los templos de Neptuno y la basílica conocida como templo de Hera. Fuente: Google Maps.
En las fuentes consultadas existe
cierto desacuerdo en la interpretación de un espacio también emplazado en esta
zona pública, y aunque coinciden en su funcionalidad como lugar de reunión de
la población, distan unas de otras en atribuir qué clase de ciudadanos se
reunían a debatir. Por un lado, Greco y Theodorescu (en Mayer y Rodà, 1998: 92)
afirman que este espacio circular servía para la reunión de la ekklesía, por lo
que esta estructura se trataría de un ekklesiasterion.
Por su parte, el sitio web de Posidonia (www.paestum.org)
defiende que es un bouleuterion o
lugar de reunión de la boulé, dado el
número de asientos en las gradas conservadas. Sin embargo, también se admite
que podría haberse tratado de un ekklesiasterion
y que parte de las gradas podrían haberse perdido ya que a partir del s. II, en
época romana, este espacio se abandona y se colmata dado su uso como vertedero.
De esta manera, la diferencia en la interpretación estribaría en la cantidad y
el estatus de las personas reunidas, que podría implicar a toda la población de
Posidonia o a una pequeña parte.
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"Sala del consejo" Fuente: www.paestum.org |
El resto de la ciudad se articuló
en base a tres calles principales o plateiai
que discurrían dirección este-oeste y que eran cruzadas cada 35 metros
aproximadamente por calles de unos 5 metros de ancho. De la parte residencial
se conocen algunas domus de época
romana imperial abandonadas en el s. IV, momento en el que la ciudad vivió una
gran disminución demográfica.
A pesar del declive y abandono de
la ciudad, Posidonia jugó un importante papel en el desarrollo del estudio de
la arquitectura griega, ya que los templos se conservaron extraordinariamente
bien, lo que despertó el pronto interés de investigadores y artistas. Aunque al
principio los templos despertaron dudas por no adaptarse al ideal
arquitectónico de Vitrubio, fue Wincklemann quien estudió los templos de
Paestum y los revalorizó, atrayendo a artistas como Piranesi, quien legó unas
representaciones del estado de la ciudad en el s. XVIII de un valor
incalculable para la actualidad.
Dibujo de Piranesi del templo de Atenea en 1777. Esta obra permite ver
cómo la conservación del templo es excelente ya en el s. XVIII, lo que conlleva
que la restauración de los restos haya sido mínima. Destaca que en esta época
aún no acaba de ponerse en valor arqueológico la importancia de estos
hallazgos, ya que el ganado pasta tranquilamente sobre los restos.
Fuente: www.paestum.org
En la imagen puede apreciarse una de las puertas de la posterior muralla romana, con el característico arco de medio punto. Fuente: http://www.museopaestum.beniculturali.it
En relación a las actividades de los
habitantes, se centraban especialmente en la agricultura y la artesanía,
destacando la elaboración de cerámica común en los siglos VI y V a.C.,
iniciándose en este último siglo la fabricación de vasos de pinturas figurativas
(de figuras rojas). Se conoce uno de los ceramistas más activos de Posidonia
gracias a que firmaba sus obras bajo el nombre de Assteas, muy activo entre los
años 380 y 350 a.C.
Respecto a la necrópolis, poca información
ha sido publicada, pero lo poco que se conoce es a través de los ajuares,
normalmente compuestos por un estrigilo y vasos para contener perfumes,
asociados a enterramientos masculinos ya que representan la comúnmente
practicada actividad deportiva en el mundo griego. Cuando los lucanos se
establecen en Posidonia, el ajuar cambia, y pasa a estar formado por elementos
militares, que recuerdan al estatus guerrero y al mundo funerario de carreras
de carros.
En la actualidad, Paestum se enmarca dentro de la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO dentro del Parque Nacional del Cilento y Vallo di Diano, con los sitios arqueológicos de Paestum y Velia y la cartuja de Padula, desde el año 1998. Como indica la propia web: "El sitio, que fue también frontera entre las colonias helénicas de la Magna Grecia y las poblaciones autóctonas de etruscos y lucanos, conserva los vestigios de Paestum y Velia, dos ciudades importantes de la Antigüedad clásica".
Bibliografía
-Boardman, J. (1983): Los griegos en ultramar: comercio y expansión colonial antes de la era clásica,Madrid: Alianza Editorial.
-Mayer, M., Rodà, I. coords. (1998): Ciudades Antiguas del Mediterráneo,
Barcelona: Lunwerg Editores.
http://portal.unesco.org/es
*Nota: es en las páginas web donde se ha encontrado la información más actualizada, aunque es frecuente que las webs se cuelguen.
María Ruiz Vega
En primer lugar quisiera felicitar a todos los componentes del grupo por vuestro magnífico trabajo en el blog. Me ha parecido una entrada muy interesante, me parece una gran labor de síntesis tocando los puntos claves del yacimiento. A su vez, me ha llamado especialmente la atención la "sala del consejo" y su grado de conservación. En este punto, quisiera preguntarte acerca de las distintas teorías que has expuesto sobre este elemento arquitectónico y por cuál de ellas te decantas.
ResponderEliminarMuchas gracias y enhorabuena de nuevo,
Un saludo
Antonio Geanini Abades
Gracias por tu comentario Antonio.
ResponderEliminarEn primer lugar, coincido con los autores, en el sentido en que se ponen de acuerdo en cuanto a la función política que intrínsecamente tiene este espacio, dado que por su morfología permite la reunión de gran cantidad de personas. En segundo lugar, respecto a qué tipo de reuniones se llevaban a cabo y qué parte de la población accedía a ser escuchada, sería necesario realizar un estudio demográfico, así como un análisis de las estructuras y materiales encontrados en la ciudad para ver hasta qué punto existía una gran diferenciación social y por lo tanto, cuánta gente podía hacer oratoria en la sala del consejo. Sin embargo, y teniendo en cuenta lo anterior, considero lo mismo que la mayoría de los autores que he consultado, y es que se trata de un lugar de reunión de la ekklesía, es decir, un ekklesiasterion.
Espero haber resuelto tu duda. No dudes en preguntar.
Un saludo,
María Ruiz.