martes, 29 de noviembre de 2016

Megara Hyblea. Una colonia modelo en economía agropecuaria.

En la entrada de esta semana se tratará de mostrar el potencial económico de Megara Hyblea, una modesta colonia en la que, a pesar de los abundantes restos arquitectónicos y urbanos, el estudio de sus actividades y economía ha sido ignorado durante años y se ha descrito vagamente a través de los clásicos. Por desgracia a penas se la puede contextualizar en la geopolítica colonial, algo que intentamos mostrar cada semana, debido a su débil presencia y actividad política en la Sicilia arcaica y el consecuente silencio en las fuentes; pero como veremos los innovadores estudios y análisis para poder comprender como funcionó la economía de Megara Hyblea, especialmente los del doctor Franco De Angelis, resultan de gran interés y ejemplares[1].

Aunque Dominguez- Monedero asegura que Megara Hyblea disponía de un gran territorio fértil disponible, -aunque no llegaran a explotarlo del todo (Dominguez-Monedero 2006, 278-279) esta afirmación no está- para nada evidenciada en los documentos.

De Angelis intenta hacer un profundo estudio de la población y el territorio a través de los restos arqueológicos y de la escasa evidencia literaria conservada respecto a Megara Hyblea. Tan solo la nombran Polyanios y Tucidides, pero quien si nos ofrecerá algo más de información será Estefanos de Bizancio en su “Ethnica”, pero sin poder contextualizar sus fuentes ni base de esta. Viendo esta precaria situación bibliográfica, sin duda alguna, la única fuente útil e interpretable es la arqueología, tal y como hará De Angelis (De Angelis 2003, 75). Una forma de delimitación será a través de restos funerarios y tomando referencia de sus ciudades vecinas, Leontinoi y Siracusa[2]. Esto le llevará a delimitar un territorio de hasta 400 km² de una resaltable riqueza económica como veremos.

Mapa donde se delimita los extensos territorios de Megara Hyblea en base a los estudios de De Angelis (De Angelis 2003, 74)
Curiosamente los primeros indicadores de la presencia griega en la zona están estrechamente relacionados con el inicio de la explotación de las canteras del lugar. El territorio de Megara Hyblea destacó afortunadamente por una importante riqueza cantera[3]. La primera en ser explotada, y una de las más exportadas, fue la roca volcánica, especialmente como bordillos de calle hacia la mitad del siglo VII a.C. (De Angelis 2003, 75) y piedras de molino; algo potenciado por la proximidad de la fuente a la colonia (tan solo 10 kilómetros). Otra de las canteras que dio potencial a Megara Hyblea es la situada en Intagliatella, de piedra caliza blanca, aunque ésta ha desaparecido debido a la expansión industrial actual impidiendo estudios al respecto (algo  ya presentado en la entrada de esta semana de M. Ruiz).

No solo tendría suerte con los recursos geológicos, por su territorio pasaban diversos ríos, destacando el Anapo, que regaban las tierras de Megara Hyblea sin problemas, que combinado con la gran fertilidad de sus tierras volcánicas daban un gran potencial a la producción agraria de la colonia. No hay ninguna evidencia que pruebe cuanta tierra era cultivada por los colonos, pero sí podemos saber mediante los estudios geológicos qué porcentaje de su territorio era cultivable, De Angelis se declina hacia el estudio con un porcentaje más “medio”[4] señalado por Pollastri del 78%. Calculando unas 31.200 hectáreas cultivables y suponiendo 3 o 4 hectáreas por persona para poder abastecerlos,  De Angelis llega a la conclusión de que el territorio de Megara Hyblea podría haber llegado a mantener a una población de hasta 39-52.000 habitantes. Viendo que la ciudad llegó como mínimo a las 2275 personas, se puede afirmar que la ciudad estaba abastecida sin problemas y debió tener un excedente considerable (aunque no toda la tierra cultivable fuera cultivada). Se han conservado cinco grandes silos al norte del ágora que sin duda permitieron guardar enormes cantidades de trigo y sus excedentes (De Angelis 2003, 84-85).

No solo se produciría grano y alimentos, las excavaciones francesas publicadas en 1975 demostraron diversas antiguas plantaciones de vid (De Angelis 2003, 86)

A mediados del siglo VI a.C. comienza a aparecer mármol en los restos arqueológicos, tanto en esculturas, el templo y algunas tumbas (De Angelis 2003, 83). Todo este mármol venia importado desde la isla de Paros y/o Naxos demostrándose así que la ciudad tenía suficiente riqueza como para permitirse esta clase de materiales de importación.

Cerca del ágora de la ciudad se encontró muy probablemente un centro artesanal de metalurgia que produjo buena parte de los materiales metálicos de la colonia. Solo se han encontrado objetos metálicos en contexto funerario, de los estudios de la necrópolis se ha extraído una pequeña variedad de metales siendo el más abundante el bronce, seguido por la plata, el hierro, oro y cobre. Los objetos más comunes en bronce eran elementos de complemento como fíbulas, anillos, collares y botones, aunque también se han encontrado espadas, cuchillos de hierro, puntas de flecha y agujas. La plata y el oro destacarían en pendientes y anillos. De las tumbas documentadas muchos menos de la mitad contienen objetos de metal, esta exclusividad estuvo claramente potenciada al depender Megara Hyblea de la importación de todo tipo de metales de los cuales carecía su rica tierra[5]
  
Se han localizado dos centros de producción cerámica, ambas del s. VI a.C. junto a las murallas de la ciudad. Estarán centrados en la producción de objetos para consumo local como lámparas, vajilla, figuras, etc. Siguiendo un modelo bastante corintio aunque en la última etapa (650-600) producirán simples cerámicas sin decoración.
Figuritas de cerámica producidas localmente en Megara Hyblea
Por los cientos  de pesas de telar encontradas en casas de Megara Hyblea por Villard en 1951 algunos autores han pensado que probablemente fue un importante centro productor de textiles de lana. Sin embargo De Angelis se mantiene escéptico al no haberse publicado ninguna de estas y no haber aparecido pesas de telar en posteriores excavaciones.

Otra supuesta gran producción de Megara Hyblea es la miel, algo extendido por algunas fuentes clásicas y que ha contagiado muchas obras contemporáneas. De hecho Dunbabin (Dunbabin 1968, 221) llega a afirmar que la miel de Megara Hyblea era reconocida como una de las mejores del Mediterráneo, dejándose llevar por los clásicos. De Angelis critica con dureza este comportamiento ya que los yacimientos en la colonia hasta la actualidad no han aportado ni una sola evidencia de una supuesta producción de miel local (De Angelis 2003, 95).

Habiendo visto tan al detalle la producción y economía local es evidente que Megara Hyblea disponía de un gran potencial agropecuario y facilidades para materiales constructivos, pero no alcanzaría un gran desarrollo artesanal y falta de producciones de alto valor comercial como para desarrollar una buena economía incipiente a nivel regional. Prueba de ello es la carencia de una moneda propia (como vimos en otras entradas, como Naxos y Tarento, este es un elemento fundamental para determinar cuándo una colonia tiene una mínima presencia en las redes comerciales mediterráneas), de hecho ni si quiera se observa que utilicen monedas de otras ciudades cercanas.

Sin embargo el hecho de que carezca de moneda o de importantes producciones de mercaderías de alto valor comercial no significa que no participara en el comercio e intercambios en la región o en las redes comerciales mediterráneas. De Angelis resalta que no hubo intercambios con nativos sicilianos de la región ya que la demanda de estos estuvo copada por las producciones leontinas y siracusanas (De Angelis 2003, 88-89). La mayor evidencia de comercio en Megara Hyblea son las importaciones cerámicas y aunque supuestamente se ha extraído numerosos restos de esta De Angelis duda de la calidad de muchas de las publicaciones al respecto, llegando a tildarlas de:

 “much has only been published in cursory fashion” (De Angelis 2002, 89).

Los datos,  aunque reanalizados e interpretados por De Angelis, no aporta mucha novedad, mostrándose unos patrones muy clásicos con clara superioridad de las cerámicas corintia y ática (esta última a finales del s, VI a.C.).
Ejemplo de un aryballoi corintio importado en Megara Hyblea donde están representados Atenea y Hercules (s. VI a.C.)

Nos encontramos por lo tanto ante una colonia modelo en materia de economía y desarrollo agrario, con grandes extensiones de fértil tierra cultivable, un importante abastecimiento de agua y con tierras de pastoreo amplias. Incluso con fuentes de materiales de construcción cercanas y de buena calidad. Por desgracia tuvo un importante déficit de metales y también tuvo que importar el mármol en cuanto comenzó a crecer y querer obtener objetos u edificios de prestigio, limitando así el gran potencial de Megara Hyblea como polis  y ni si quiera pudiendo desarrollar un fuerte artesanado a causa de esas carencias. Sin duda alguna participó en las redes comerciales mediterráneas teniendo intercambios con Etruria, fenicios y sobretodo con la Grecia Continental pero bastante restringidos al intercambio de sus no pocos excedentes agropecuarios a cambio de materiales de prestigio como metales, perfumes y mármol, generándose así una balanza comercial no suficientemente beneficiosa generar riqueza en la colonia.



[1] Un autor que destaca por una gran investigación y calidad de análisis que contrasta notablemente frente al gran vacío bibliográfico y documental que el mismo De Angelis denuncia en su obra.
[2] No lo expondré en esta entrada ya que ocuparía bastante espacio y nos desviaría del objetivo del trabajo, resaltar la economía de Megara Hiblea, sin embargo vale la pena resaltar su interesante estudio reprobado por otros conocidos académicos como Domínguez-Monedero. DOMINGUEZ-MONEDERO (2006): 76-78.
[3] No así mineral, debiendo importarlo como veremos a continuación.
[4] Según las fuertes que aporta, el AHÍ (Admiralty Naval Inteligence Division, Italy) señala que entre un 50-70%; Pollastri 78% y Milone el 95%. DE ANGELIS (2003):81
[5] La plata muy probablemente era importada de la misma Grecia Continental. DE ANGELIS (2003): 84



Bibliografia:

-DE ANGELIS, F. (2003): Megara Hyblaia and Selinous. The Development of Two City-States in Archaic Sicily. Oxford University School of Archaeology, Monograph 55, Oxford.

-DOMINGUEZ-MONEDERO, A. (2006): "Greeks in Sicily", en G.R. Tsetskhladze (ed.) Greek Colonisation. An Account of Greek Colonies and Other Settlements Overseas. Vol. I. Leiden. 253-357.

-DUNDABIN, T.J. (1968): The Western Greeks: The history of Sicily and South Italy from foundational of the Greek colonies to 480 B.C, Oxford Universiy Press, Oxford.


Carlos Palacín Copado.

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