domingo, 20 de noviembre de 2016

Siracusa y la isla de los gemelos olímpicos: Ortigia

Todas las ciudades griegas, ya sean las de la madre patria (Grecia), como las colonias de occidente (Magna Grecia), son responsables de un gran testimonio, el cual está lleno de relevancia en cuanto a la presencia de magníficos santuarios urbanos, todos ellos dedicados a las deidades de la ciudad. Estos santuarios, son colocados en lugares elevados, estos son la acrópolis, aunque también pueden ser dispuestos en zonas centrales o periféricas que gocen de una ligera prominencia, la cual permita realizar las funciones de dicha ubicación.
Estos espacios sagrados juegan un papel de renombre en la formación de identidades religiosas y culturales. Ello da que nos encontremos en Ortigia una consagración a la diosa Artemis. Gracias a ello encontramos espacios que se vinculan directamente a esta deidad. Pero, ¿Por qué consagrar esta isla a la diosa de la caza? Los escritos antiguos como Higino sitúan el nacimiento de la pareja olímpica en esta isla, pero los escritos contemporáneos tales como Grimmal (GRIMMAL 2008: 35-53) o Hard (HARD 2009: 253-54) no parecen llegar a una conclusión común ya que se argumenta el nacimiento de uno de ellos en Delos, mientras el otro en la isla de Ortigia. [1]
Pero Artemis no es una deidad solitaria en esta mítica isla, sino que su hermano Apolo también goza de un espacio para su figura, al igual que Atenea o Zeus, ambos también con un espacio sagrado dentro de la urbe donde los ciudadanos puedan venerar su imagen. (LA TORRE 2015: 273-74)
Plano del área sacra del centro de Siracusa. 

De este modo la isla de Ortigia, perteneciente a Siracusa, y segundo lugar en ser colonizado detrás de Naxos, alberga una fisionomía urbana perfectamente articulada, en la cual se introducen los monumentales edificios religiosos.[2] Comencemos ahora a conocerlo uno por uno.

El primero de todos es el más grandioso, su nombre es el Athenaion, el cual se levantó en la zona central de Ortigia en memoria de la victoria de Himera (480 a.C). Donde se encontraría este templo, hoy encontramos la catedral, la cual ha englobado y conservado el fastuoso templo dórico. Identificado como un templo a Atenea, la construcción se erigió entre el 480-470 a.C sobre un templo prexistente del siglo VI a.C. el cual según La Torre estaría dedicado a Afrodita. El templo dedicado a Atenea es períptero y dórico, con una longitud de 22 por 25 metros, el cual ha sido realizado con arenisca local, teniendo seis columnas en los lados cortos y catorce en los largos, además de un revestimiento de mármol de las Cícladas. En cuando a la distribución interior nos encontramos con un espacio tripartito con un pronaos in antis, seguido de una cella no compartimentada y finalmente un opistodomos también con columnas in antis. Este templo no se mantenía en un espacio individualizado, sino que otros edificios conformaban el conjunto del santuario. Junto a este gran templo encontramos varias estructuras porticadas (stoas), un sacello arcaico, un altar ya excavado por Orsi en el que se hallaron restos de sacrificios arcaicos, y finalmente, en la zona norte un enorme templo jónico que seguramente es dedicado a la diosa principal de la isla, Artemisa, el cual parece haber sido ya mencionado por Cicerón. (LA TORRE 2015: 275)
Plano del templo de Atenea en Siracusa
Este último templo es un edificio de 25 por 59 metros, el cual sigue la inspiración de los templos dípteros jónicos de Asia Menor como es el caso de templo de Artemisa en Éfeso. Este templo es datado en las últimas décadas del siglo VI a.C, pero no puedo ser terminado debido a los trastornos políticos de principios del siglo V con la llegada de los tiranos, que estaban más relacionados con la tradición dórica. (LA TORRE 2015: 275) No se conoce mucho acerca de la fisionomía de este templo, del que solo conservamos los cimientos.

Después de este santuario, a unos 500 m del Duomo, cerca del puente, se sitúan los restos del segundo mayor santuario en la ciudad, hoy todavía visibles y conservados. En el tejido de la ciudad medieval se conservaron tramos de la pared del témenos y el majestuoso templo de Apolo, el segundo de los gemelos olímpicos.[3] Dicho templo fue descubierto por Cavallari en 1862 y fue escavado en su totalidad entre el 1938-43. El templo es períptero y hexástilo y es fechado en el siglo VI a.C. La obra es muy alargada, con unas medidas de 24,50 por 58,10 m y un peristilo de 6 por 17 columnas. Estas con monolitos robustos de 6,60 m, entre los que hay intercolumnios ciertamente muy apretados. Los capiteles que las remataba son dóricos. Su disposición se conforma con un pronaos con columnas in antis como vimos en el templo de Atenea, el cual da paso a una enorme cella que ha sido dividida en tres espacios a través de dos filas de columnas. La cella no era rematada finalmente por unos opistodomos, sino que era un ádyton la que los sustituía. (LA TORRE 2015: 275)

El edificio contaba con un alto dintel realizado en parte en madera y piedra caliza. Su rica decoración ser podía observar en la concesión de baldosas de terracota, señalando un gorgoneion y las acroteras en forma de esfinge, siendo la central una escultura de un jinete.

Es digno de mencionar como se ha descubierto la identificación del culto que se realizaba en esta construcción. Ello es posible gracias a una inscripción incisa en la cara de la grada más alta del lado este. La inscripción arcaica que alberga la piedra data del siglo VI a.C y dice lo siguiente:

Cleomedes, hijo de Cnidieidas, dedico el templo a Apolo y levanto las bellas columnatas”
Plano del templo de Apolo en Siracusa

Para terminar, es necesario hablar de otros templos, pero en este caso de una que se sitúa fuera de la ciudad, a pesar de pertenecer a un dios principal como es el caso de Zeus. (BREMMER 1999: 39-52) El templo de Zeus Olímpico se sitúa cerca de la desembocadura del Ciane. (LA TORRE 2015: 276-77)
Ortigia no será sola por mucho tiempo el único lugar que llegue a albergar también estos santuarios urbanos. Sino que como dijimos en un principio, las acrópolis serán lugares ciertamente necesarios en diferentes ubicaciones, ya que la religión es un pilar fundamental en el desarrollo de la cultura griega. Mencionamos con ello colonias como Akrai, Camarina y Casmene, donde se hallarán construcciones dedicadas a las principales deidades, las cuales son Afrodita, Atenea o Ares.

Bibliografía:
  • ·         BREMMER. J, La religión griega, dioses y hombres: santuarios, rituales y mitos, Ediciones El Almendro, Córdoba, 1999.
  • ·         GRIMMAL, P., Diccionario de Mitología Griega y Romana, Paidos, Barcelona, 2008.
  • ·         HARD, R., El gran libro de la mitología griega”, La esfera de los libros, Madrid, 2009.
  • ·         LA TORRE. G., Sicilia e Magna Grecia, Archeologia della colonizzazione greca d´Occidente, Laterza, Roma, 2015. 

Alejandro Sastre Laso



[1] No se pretende con esta entrada entablar un debate acerca de la fiabilidad de las fuentes mitológicas, ya que la envergadura del escrito sería enorme.
[2] La Torre argumenta que existe una enorme demora en lo relativo al estudio u publicación de las numerosas excavaciones que se han llevado a cabo en la isla. Utilizando mapas realizados por Paolo Orsi en 1919 y posteriores como los de Lippolis de 2007, podemos hacernos una idea de la topografía general del santuario de Siracusa. (LA TORRE 2015: 274)
[3] Cuenta el mito que, tras nacer Artemis, aun siendo niña, ayudo a su madre a traer al mundo a su hermano pequeño. (GRIMMAL 2008: 53)










2 comentarios:

  1. Me ha sorprendido saber que existen templos inconclusos de esa época, no lo sabía. Misterioso edificio como misteriosa es la isla donde se emplaza.
    Me ha gustado mucho el tema.

    Marisol

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  2. Enhorabuena por tu entrada. Por todo lo leído parece que el culto a Artemis se trasladó a las colonias de forma sistemática. Es un tema muy interesante.

    Silvia Serrador

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