Todas las ciudades griegas, ya sean las de la madre
patria (Grecia), como las colonias de occidente (Magna Grecia), son
responsables de un gran testimonio, el cual está lleno de relevancia en cuanto
a la presencia de magníficos santuarios urbanos, todos ellos dedicados a las
deidades de la ciudad. Estos santuarios, son colocados en lugares elevados,
estos son la acrópolis, aunque
también pueden ser dispuestos en zonas centrales o periféricas que gocen de una
ligera prominencia, la cual permita realizar las funciones de dicha ubicación.
Estos espacios sagrados juegan un papel de renombre en
la formación de identidades religiosas y culturales. Ello da que nos
encontremos en Ortigia una consagración a la diosa Artemis. Gracias a ello
encontramos espacios que se vinculan directamente a esta deidad. Pero, ¿Por qué
consagrar esta isla a la diosa de la caza? Los escritos antiguos como Higino sitúan el nacimiento de la pareja
olímpica en esta isla, pero los escritos contemporáneos tales como Grimmal
(GRIMMAL 2008: 35-53) o Hard (HARD 2009: 253-54) no parecen llegar a una
conclusión común ya que se argumenta el nacimiento de uno de ellos en Delos,
mientras el otro en la isla de Ortigia. [1]
Pero Artemis no es una deidad solitaria en esta mítica
isla, sino que su hermano Apolo también goza de un espacio para su figura, al
igual que Atenea o Zeus, ambos también con un espacio sagrado dentro de la urbe
donde los ciudadanos puedan venerar su imagen. (LA TORRE 2015: 273-74)
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Plano del área sacra del centro de Siracusa. |
De este modo la isla de Ortigia, perteneciente a Siracusa,
y segundo lugar en ser colonizado detrás de Naxos, alberga una fisionomía
urbana perfectamente articulada, en la cual se introducen los monumentales
edificios religiosos.[2]
Comencemos ahora a conocerlo uno por uno.
El primero de todos es el más grandioso, su nombre es
el Athenaion, el cual se levantó en
la zona central de Ortigia en memoria de la victoria de Himera (480 a.C). Donde
se encontraría este templo, hoy encontramos la catedral, la cual ha englobado y
conservado el fastuoso templo dórico. Identificado como un templo a Atenea, la
construcción se erigió entre el 480-470 a.C sobre un templo prexistente del
siglo VI a.C. el cual según La Torre estaría dedicado a Afrodita. El templo
dedicado a Atenea es períptero y dórico, con una longitud de 22 por 25 metros,
el cual ha sido realizado con arenisca local, teniendo seis columnas en los
lados cortos y catorce en los largos, además de un revestimiento de mármol de
las Cícladas. En cuando a la distribución interior nos encontramos con un
espacio tripartito con un pronaos in
antis, seguido de una cella no compartimentada y finalmente un opistodomos
también con columnas in antis. Este
templo no se mantenía en un espacio individualizado, sino que otros edificios
conformaban el conjunto del santuario. Junto a este gran templo encontramos
varias estructuras porticadas (stoas),
un sacello arcaico, un altar ya excavado por Orsi en el que se hallaron restos
de sacrificios arcaicos, y finalmente, en la zona norte un enorme templo jónico
que seguramente es dedicado a la diosa principal de la isla, Artemisa, el cual
parece haber sido ya mencionado por Cicerón. (LA TORRE 2015: 275)
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Plano del templo de Atenea en Siracusa |
Este último templo es un edificio de 25 por 59 metros,
el cual sigue la inspiración de los templos dípteros jónicos de Asia Menor como
es el caso de templo de Artemisa en Éfeso. Este templo es datado en las últimas
décadas del siglo VI a.C, pero no puedo ser terminado debido a los trastornos
políticos de principios del siglo V con la llegada de los tiranos, que estaban
más relacionados con la tradición dórica. (LA TORRE 2015: 275) No se conoce
mucho acerca de la fisionomía de este templo, del que solo conservamos los
cimientos.
Después de este santuario, a unos 500 m del Duomo,
cerca del puente, se sitúan los restos del segundo mayor santuario en la
ciudad, hoy todavía visibles y conservados. En el tejido de la ciudad medieval
se conservaron tramos de la pared del témenos
y el majestuoso templo de Apolo, el segundo de los gemelos olímpicos.[3] Dicho
templo fue descubierto por Cavallari en 1862 y fue escavado en su totalidad
entre el 1938-43. El templo es períptero y hexástilo y es fechado en el siglo
VI a.C. La obra es muy alargada, con unas medidas de 24,50 por 58,10 m y un
peristilo de 6 por 17 columnas. Estas con monolitos robustos de 6,60 m, entre
los que hay intercolumnios ciertamente muy apretados. Los capiteles que las
remataba son dóricos. Su disposición se conforma con un pronaos con columnas in antis como vimos en el templo de
Atenea, el cual da paso a una enorme cella que ha sido dividida en tres
espacios a través de dos filas de columnas. La cella no era rematada finalmente
por unos opistodomos, sino que era un ádyton
la que los sustituía. (LA TORRE 2015: 275)
El edificio contaba con un alto dintel realizado en
parte en madera y piedra caliza. Su rica decoración ser podía observar en la
concesión de baldosas de terracota, señalando un gorgoneion y las acroteras en forma de esfinge, siendo la central
una escultura de un jinete.
Es digno de mencionar como se ha descubierto la
identificación del culto que se realizaba en esta construcción. Ello es posible
gracias a una inscripción incisa en la cara de la grada más alta del lado este.
La inscripción arcaica que alberga la piedra data del siglo VI a.C y dice lo
siguiente:
“Cleomedes, hijo
de Cnidieidas, dedico el templo a Apolo y levanto las bellas columnatas”
Alejandro Sastre Laso
[1] No se pretende con esta entrada entablar un debate acerca de la fiabilidad de las fuentes mitológicas, ya que la envergadura del escrito sería enorme.
[2] La Torre argumenta que existe una enorme demora en lo relativo al estudio u publicación de las numerosas excavaciones que se han llevado a cabo en la isla. Utilizando mapas realizados por Paolo Orsi en 1919 y posteriores como los de Lippolis de 2007, podemos hacernos una idea de la topografía general del santuario de Siracusa. (LA TORRE 2015: 274)
[3] Cuenta el mito que, tras nacer
Artemis, aun siendo niña, ayudo a su madre a traer al mundo a su hermano
pequeño. (GRIMMAL 2008: 53)
Me ha sorprendido saber que existen templos inconclusos de esa época, no lo sabía. Misterioso edificio como misteriosa es la isla donde se emplaza.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el tema.
Marisol
Enhorabuena por tu entrada. Por todo lo leído parece que el culto a Artemis se trasladó a las colonias de forma sistemática. Es un tema muy interesante.
ResponderEliminarSilvia Serrador